top of page
Buscar

Inspiración en tiempos de sobredosis

  • Foto del escritor: Clo Quintero
    Clo Quintero
  • 14 nov 2024
  • 2 Min. de lectura

El otro día caminando pensaba en la inspiración. Aquella palabra tan relamida que vamos escuchando de tanto en tanto, aquella palabra que entendemos y utilizamos habitualmente, pero que, ¿realmente la ponemos en práctica? ¿Realmente somos conscientes de este estado? ¿Qué hacemos para ello? o ¿cómo sucede? Claramente la inspiración no es aquella idea peliculera de sentarnos relajados y que según qué, aparezca de un momento a otro nuestra musa a susurrarnos una idea. 


La inspiración es un estado en donde conectamos al 100% con nosotros mismos, un estado en donde entramos en comunión con nosotros, desde lo mental, pasando por lo físico, por el espacio que nos rodea, hasta el ritmo de nuestra respiración y el tacto de nuestras manos, en donde toda esta maravilla se conjuga y hace que sintamos que no estamos aquí, sino en otro lugar donde no hay tiempo. Es aquel momento que Pablo Picasso resumía perfectamente: “Que la inspiración te pille trabajando”.


Pero, además de trabajar y entrar en estos estados meditativos en donde podemos sentir cómo se apodera de nosotros este mantra que nos hace perder la noción del tiempo ¿qué más hacemos en pos de la inspiración? ¿Cómo la alimentamos? Aquí es donde quería llegar.


No quiero satanizar nuestra era de digitalización, pero sí. Lo siento.


Es verdad que los avances tecnológicos han abierto puertas y accesos en donde nunca lo hubiésemos imaginado, pero también nos las ha cerrado. El neoliberalismo nos ha dejado sin tiempo, nos ha maltratado y nos ha agotado. ¿Cómo me inspiro en tiempos de sobredosis? ¿Cómo me inspiro en tiempos en donde ya no queda tiempo?


No tengo la receta, solo sé que no nos tenemos que olvidar. Hay tanto ruido y tanta distracción en este circo romano digital de la entretención, que nos olvidamos de nosotros. ¿Qué hacemos para inspirarnos? ¿Dónde buscamos? ¿De dónde mamas la savia que te hace estar vivo? 


Solo puedo decir que, si queremos crear, si queremos que las musas se sienten a nuestro lado, tenemos que invocarlas, tenemos que nutrirnos, sí o sí. En estos tiempos de enfermedades a 72 dpi es obligatorio ser humanos y dejarnos sorprender por otros humanos, porque ahí y solo ahí crece la inspiración.



La inspiración de San Mateo (o San Mateo y el ángel), es una obra pictórica, que data del año 1602, del pintor impulsor de la Escuela barroca Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610) —más conocido como Caravaggio—.



 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page